Tuvo palabras para Latinoamérica
(Desde la Fe) Esta Navidad, el Papa Francisco pronunció desde el balcón central de la Basílica de San Pedro su mensaje navideño e impartió la tradicional bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo).
En su mensaje de Navidad, el Santo Padre citó al profeta Isaías cuando exclamó: El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande (Is 9,1).
Con base en eso aseguró que si bien en la actualidad hay tinieblas en los corazones humanos, en las relaciones personales, en los conflictos económicos y ecológicos, “más grande es la luz de Cristo”.
“Aquel Niño, nacido de la Virgen María, es la Palabra de Dios hecha carne. La Palabra que orientó el corazón y los pasos de Abrahán hacia la tierra prometida, y sigue atrayendo a quienes confían en las promesas de Dios. La Palabra que guió a los hebreos en el camino de la esclavitud a la libertad, y continúa llamando a los esclavos de todos los tiempos, también hoy, a salir de sus prisiones. Es Palabra, más luminosa que el Sol”, afirmó.
En su mensaje, el Santo Padre pidió que Cristo sea luz para los niños que sufren la guerra y los conflictos en Oriente Medio y en diversos países del mundo; consuelo al pueblo sirio; apoyo al pueblo libanés; consolación para Irak y para Yemen, todas ellas naciones con profundos conflictos sociales.
Para América Latina
Luego se refirió al continente americano, para el que pidió que la luz de Cristo “reanime al querido pueblo venezolano, probado largamente por tensiones políticas y sociales, y no le haga faltar el auxilio que necesita”
Y “que bendiga los esfuerzos de cuantos se están prodigando para favorecer la justicia y la reconciliación, y se desvelan para superar las diversas crisis y las numerosas formas de pobreza que ofenden la dignidad de cada persona”.
Este año en América Latina se han registrado protestas multitudinarias en países como Chile, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Perú, alimentadas entre otras razones por el enojo contra la desigualdad económica, conflictos políticos y el aumento a los precios de servicios y combustibles.
Bolivia atraviesa una crisis política tras la renuncia de Evo Morales luego de señalamientos de fraude electoral.
El Papa también tuvo palabras para Ucrania y África, continente “donde perduran situaciones sociales y políticas que a menudo obligan a las personas a emigrar, privándolas de una casa y de una familia”.
Por último, pidió que Cristo sea defensa y apoyo para los migrantes del mundo, los ancianos solos, los huérfanos y los marginados, así como para toda la humanidad herida. “Que ablande nuestro corazón, a menudo endurecido y egoísta, y nos haga instrumentos de su amor”.
El Papa imparte la bendición Urbi et Orbi cada Navidad, su característica principal es que concede una indulgencia plenaria a quien la recibe. Esto bajo las condiciones que marca el derecho canónico (haberse confesado, comulgado y orar por las intenciones del Papa). Aplica también para quienes la ven a través de los medios de comunicación. (Con Infromació de la plataforma católica Desde la Fe).
Imagen Vatican Media
