VICENTE FOX Y EL PAPEL DE LOS EXPRESIDENTES
Desde la alternancia, la figura de los ex presidentes entró en una nueva dinámica, en donde tiene como rasgo en común que a pesar de abandonar su cargo no se retiran de la política activa.
Jesús Méndez Viveros
En el marco del 80 aniversario del Partido Acción Nacional reapareció el ex presidente Vicente Fox para convocar a las fuerzas políticas de oposición a crear un frente contra AMLO, por este acto, vale la pena revisar el papel de los expresidentes y recordar algunos elementos del hombre que sacó al PRI de Los Pinos.
Debemos considerar que no existe regulación establecida para la figura de los expresidentes, aunque durante la permanencia ininterrumpida en la presidencia de los priistas existieron reglas de facto, entre las que destaca que después de elegir a su sucesor no debían volver a entrometerse en la política nacional ni partidista, esto en medida se explica por el gran poder centralizado que tenía el presidente el turno, sin embargo, desde que existe alternancia no se ha regulado legal ni socialmente el rol que deben ocupar los exmandatarios en la esfera pública, donde tienen una gran influencia por sus conexiones con políticos, empresarios y principalmente por su presencia en los medios de comunicación.
Es muy prematuro hablar de Peña Nieto, pero los expresidentes después de la alternancia han combinado su actividad entre la esfera de lo privado y lo público por su capacidad de influir, a través de la cual logran puestos para los cuales no tienen la trayectoria ni están capacitados ni debería ser moralmente permitido que lo hicieran: Zedillo (Banamex), Fox (Khiron) y Calderón (Avangrid). Además, los políticos de extracción panista han participado activamente en posicionar proyectos políticos, Fox el de Peña Nieto y Calderón el de su pareja Margarita Zavala.
Como una referencia, se puede decir que los ex presidentes de nuestro vecino Estados Unidos, se alejan de la vida partidista, gozan de buena reputación y popularidad entre sus seguidores y algunos se dedican a dar conferencias, a escribir libros y a impulsar causas sociales, pero no regresan a ser políticamente activos ni a estar emitiendo constantemente declaraciones públicas que busquen influir políticamente.
Pero en nuestro País, los dos panistas han buscado volver a ser el centro de la política nacional, por lo que su “retiro” de la actividad pública ha sido relativo. A pesar de que las estructuras de poder son centralizadas y personalizadas, los expresidentes no han podido “heredar” a su elegido para dar continuidad a su proyecto, por lo que estos grupos y redes de poder que se mantienen vigentes aún buscan volver a detentar el poder.
En su reaparición, Fox utilizó un lenguaje folclórico, el mismo que tuvo durante la campaña en el 2000, con frases como “víboras prietas”, “darle en la madre”, “como se dice en el rancho” o “caballo desbocado”, aunque su popularidad y la opinión que tiene la gente de él, dista mucho de lo que pasaba hace 20 años.
Fox invitó al PAN, PRI, PRD y MC a restaurar el equilibrio de poder, en este punto es donde recobra fuerza el discurso de la existencia del PRIAN y la Mafia del Poder, por lo que su figura para nada viene a regresarle al panismo su identidad sino que sugiere a volver a tejer una red para darle continuidad a un proyecto que fracasó y que quiere regresar.
El hombre que tanto solicitó quitarle el freno al cambio, cuando invitaba a la población en su elección intermedia (2003) a votar por su partido y consolidar una mayoría parlamentaria, es incapaz de aceptar la coalición y el amplio consenso social que dio una mayoría en torno a la figura de López Obrador.
No queda del todo claro cuál será el papel del ex presidente, si continuará como figura mediática, si tendrá un puesto en el partido, o porque no, tener un rol como candidato, ya que no está imposibilitado para serlo ¿se imagina usted que apareciera en la boleta?
