Recibe Doña Rosario Ibarra la Belisario Domínguez

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Se la regresa a AMLO, hasta que se conozca el destino de los desparecidos

(Redacción DM) La activista Rosario Ibarra de Piedra, recibió la medalla Belisario Domínguez que entrega el Senado de la República.

En su posicionamiento por el galardón, leído por su hija Claudia Piedra de Ibarra, le devolvió la medalla al presidente Andrés Manuel López Obrador, para que la tenga en custodia, hasta que se sepa el paradero de su hijo y otros desaparecidos.

Los senadores, reconocieron su búsqueda incansable de los desaparecidos y su lucha por la libertad de los presos políticos y la defensa de los derechos humanos.

Doña Rosario en su mensaje indicó que la impunidad y la ignominia han permitido que hasta nuestros días se siga cometiendo la desaparición forzada, afirma la activista.

La presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, entregó la presea a Rosario Piedra Ibarra, hija de la activista social. Como testigos de honor estuvieron los titulares del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador; de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar; y de la Cámara de Diputados, Laura Angélica Rojas Hernández.

Su hija, Claudia Piedra Ibarra dio lectura al mensaje de la galardonada. En su discurso señaló que la impunidad absoluta del aparato represor y de sus creadores ha permitido que hasta nuestros días se siga cometiendo la desaparición forzada y se continúe arrojando lodo y agravio a los familiares de los desaparecidos y a su lucha.

“Señor presidente, Andrés Manuel López Obrador, querido y respetado amigo: No permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia, no quiero que mi lucha quede inconclusa.

Es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares, y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector”, expresó Rosario Ibarra de Piedra en voz de su hija.

Recordó que por más de cuatro décadas el Comité Eureka “ha transitado azorado por el terror oficial, sintiendo el dolor de saber cautivos y torturados a nuestros seres queridos, recibiendo como tremendas bofetadas en la cara la palabra hueca, la declaración engañosa o el discurso falso”.

Doña Rosario en voz de su hija Claudia, señaló que “el mal gobierno mexicano, transgrediendo todas las leyes, privo de su libertad, de su dignidad y de justicia a nuestros familiares, desparecidos políticos. La violencia alcanzó a nuestras familias completas, arrasó con poblados enteros donde se detuvo a todos los hombres y mujeres viejos que, por casualidad, portaban el mismo apellido de alguno de los insurrectos que eran buscados y perseguidos.

“Estos señores del poder quisieron borrar todo rastro de sublevación y rebeldía, pero no pudieron. Siempre queda algo, siempre hay alguien que prosigue por la brecha para seguir abriendo los caminos. Nosotros, entonces, supimos que no podíamos buscar a los nuestros sin pelear también sus batallas, teníamos los mismos motivos y las mismas justas razones para hacerlo”, manifestó en sus mensaje la galardonada.

“La justa ira de mi nieto es el resultado de saber que las familias de Eureka, hoy seguimos igual que hace tantos años, recibiendo escarnio y burla de los funcionarios”, señaló Ibarra de Piedra en su mensaje.

Por otro lado, después de destacar la lucha y trayectoria de Rosario Ibarra de Piedra, la senadora Ifigenia Martínez aseguró que con este acto de justicia plena se rinde homenaje a una mexicana lastimada por la violencia; “a una madre a la cual le fue arrebatado su hijo sin siquiera tener la certeza de su destino”.

A nombre de la Cámara de Senadores, la legisladora de Morena señaló que se trata de una distinción republicana a una mujer firme que hizo de la ausencia de su hijo, Jesús, una bandera permanente en favor del derecho, la justicia y disidencia democrática, una condena cabal a los abusos del poder y una defensa ilimitada de la vida.

Ella, recordó la maestra Ifigenia, padeció una tragedia irreparable, que la lanzó a una búsqueda incansable en 1973, cuando su hijo fue detenido, al margen de todas las disposiciones legales, bajo la acusación de pertenecer a un grupo armado. Sus captores, señaló, lo desaparecieron en 1974.

Indicó que en esa búsqueda desesperada, Rosario Ibarra convocó a otras madres que, como ella, sufrían por la desaparición de sus hijos, y en 1977, integraron el Comité pro-Defensa de Presos Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, Comité ¡Eureka!

Tras la entrega del galardón Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, senadores, invitados e hijas de Rosario Ibarra develaron el nombre de la galardona en el Muro de Honor de esta presea y posteriormente montaron una Guardia de Honor ante la estatua del político chiapaneco, ubicada en el patio central de la vieja casona de Xicoténcatl.

Estuvieron presentes en la ceremonia, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; Rutilio Cruz Escandon Cadenas, gobernador de Chiapas; los secretarios Luis Cresencio Sandoval González, de la Defensa Nacional, y José Rafael Ojeda Durán, de la Marina; así como Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico del Ejecutivo Federal.

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