Palabras Más / Marcha de López Obrador, monumento al ego

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La verdadera razón para no suicidarse

es porque siempre sabes cómo vuelve

la vida después de que el infierno termina.

Ernest Hemingway

Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez

Lejos quedaron los mejores años de Andrés Manuel López Obrador como líder moral de multitudes, aquel que en sus discursos de 2006 como candidato prometía que cuando fuera presidente habría de actuar como hombre de Estado, respetar la Constitución, que no sería líder de partido ni de grupo, luego enfatizaba que “el presidente debe representar a todos los mexicanos, el presidente debe ser factor de concordia y de unidad nacional”, hoy de aquel no queda nada.

El Pejelagarto se transformó en todo aquello que criticaba de Vicente Fox, de Felipe Calderón y de Peña Nieto, se convirtió en un hombre de odios y de venganzas con un ego descomunal, quizás las dos campañas en las que perdió la presidencia terminaron por amargarlo, hoy enfurece a la primera provocación, no soporta la crítica y juega perfectamente con el relativismo, atropella al que se le pega la gana por no estar de acuerdo con su movimiento, no tiene respeto por nadie diciendo “que no me vengan con el cuento de que la Ley es la Ley”.

Y sí, ahora es jefe de grupo y protector de corruptos, pactó con Peña Nieto la impunidad de sus cercanos, desbancó a los de la “mafia en el poder” para instalar a los suyos, ahí están los impresentables de este sexenio que no son diferentes a los del pasado, solo como ejemplo está la corrupción en Segalmex con la desaparición de 9 mil 500 millones de pesos y 40 denuncias, solo un procesado, ninguna sentencia y el silencio de la presidencia.

En sus discursos en plazas públicas López Obrador gritaba que no se volverían a utilizar a las instituciones de manera facciosa para ayudar amigos ni para destruir a sus adversarios, y eso es precisamente lo que han hecho desde el 2018, que le pregunten a Alejandro Moreno líder del PRI, claro que tiene una cola larga; y que tal el fiscal Gertz Manero utilizando su posición para sacar ventaja de querellas personales, Rosario Piedra Ibarra usando a la CNDH para advertir sobre el actuar del INE y una larga lista que dejan mal parado al López Obrador de la actualidad.

Aquí lo he dicho, de aquel líder que conquistó las calles y convencía en las plazas públicas hoy no queda nada, fatal si hubo una conversión, pero peor si siempre fue así y utilizó dos caras para convencer y manipular con lo más sensible que son las carencias, el hambre y las necesidades que ningún gobierno han podido resolver, por el contrario en esta administración hay más de 4 millones de pobres, una inflación de 8.41% que consume al poder adquisitivo, los programas sociales son un curita para una gran herida.

Ya se puede calificar a esta administración como un fracaso en diferentes frentes y no es necesario esperar hasta el 2024, ante la falta de resultados y la construcción de una narrativa triunfalista, pero sin bases, López Obrador quiere su marcha para recordar lo que fue, ojalá que cuando vaya marchando por Paseo de la Reforma recuerde todas las fallas que ha tenido, los más de 330 mil muertos por la pandemia, 7 mil 911 mujeres desaparecidas, los 380 mil desplazados, y 139 mil 295 muertos por el crimen que no han querido meter en cintura.

Aquel López Obrador del pasado es el mejor reclamo al presidente intolerante de la actualidad. La mañana del 1 de diciembre del 2018, un joven ciclista se acercó al vehículo que transportaba al tabasqueño a San Lázaro para jurar el cargo y le dijo “tú no tienes derecho a fallarnos”, desafortunadamente la respuesta se ha ido configurando de a poco y no, no es positiva.

Como he dicho, los priistas eran buenos para administrar la pobreza y así se la llevaron más de 70 años en el poder, López Obrador ha perfeccionado el modelo con más pobres y dependientes de programas sociales. El presidente va a tener su marcha, su capricho para ser alabado y seguramente estará lleno a reventar y ese será su mejor logro, que triste para el que pudo ser el mejor mandatario, pero lo cambió por ser un líder sectario

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Hasta la próxima.

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